Si estáis buscando el aire acondicionado ideal y no sabéis cual elegir, en este artículo vamos a daros unas pinceladas básicas sobre los diferentes tipos de aire para intentar ayudaros a decidiros.
Lo primero que debéis tener en cuenta antes de decidiros a instalar un aire acondicionado en casa son los metros cuadrados habitables, el número de habitaciones que queréis refrigerar y la temperatura exterior que se alcanza en vuestra zona.
Existen aparatos de aire acondicionado de muchos tipos: de ventana, de techo, de pared, por conductos, de climatización central para viviendas o comercios, etc. Pero no todos los sistemas son igual de efectivos y lo que conviene saber es qué sistema se adapta mejor a las necesidades y posibilidades de cada sitio.
Tipos de aire acondicionado
Hace unos años los aparatos de ventana eran los predominantes en el mercado doméstico porque son fáciles de instalar. Solo requieren una pequeña obra: se hace un boquete en la pared para insertar el aparato, que queda mitad fuera y mitad dentro. El problema es elegir un buen lugar para colocarlo y puede resultar un problema si la comunidad no nos permite hacerlo o si queréis cambiarlo de ubicación en el futuro. Hoy en dia están quedando en deshuso.
Actualmente los más demandados son los sistemas de split o de pared, que constan de una o más unidades interiores y una unidad exterior donde se encuentra el compresor.
En cuanto a los sistemas de suelo, de conductos o los centrales tienen una mayor complejidad a la hora de instalarlos, por lo que su coste es mayor y su instalación se encarece.
Si la vivienda tiene la preinstalación de conductos de climatización hecha, podéis aprovecharla con un equipo de aire acondicionado de conducto, en la que los aparatos no están a la vista y se ocultan con el falso techo.
Si no teneis la preinstalación, habría que estudiar con un técnico especializado la posibilidad de instalar conductos sin tener que hacer demasiadas obras. Existen soluciones para cada caso.
Los aires acondicionados tipo split son soluciones económicas y eficientes para aclimatar una estancia. Split significa partido o divido; es decir, que se compone de dos unidades: una interior (el evaporador) y otra exterior (la condensadora).
Así que si sólo queréis refrigerar una habitación podéis optar por el modelo con un split (1×1). Y si queréis refrigerar varias habitaciones a la vez los modelos multisplit os permitirán tener un sólo compresor y dos (2×1), tres (3×1), cuatro (4×1) o cinco (5×1) evaporadoras, dependiendo de las habitaciones que deseéis refrigerar, con una sola unidad exterior.
En este tipo de equipos existen multitud de modelos, con prestaciones de alto rendimiento, con filtros especiales de aire contra bacterias, detectores de presencia, programaciones mediante control wifi, etc.
Potencia y eficiencia energética del aire acondicionado
Antes de decidiros por un modelo u otro, tenéis que conocer la superficie de las estancias para determinar la potencia de la unidad y su consumo. Por eso debéis tener en cuenta el tamaño de la habitación y de las ventanas, el aislamiento, la orientación, la cantidad de luz que entra, cuanta gente utiliza la sala o el número de aparatos eléctricos que hay.
Es muy importante elegir la capacidad correcta, ya que una unidad pequeña no tendrá potencia suficiente para enfriar la habitación en un día caluroso y una unidad grande enfriará la habitación demasiado rápido y elevará la humedad del ambiente.
De todas formas, para garantizar el adecuado funcionamiento de la máquina de aire acondicionado lo mejor es que el instalador haga un estudio exacto del lugar donde se va a colocar.
En cuanto al consumo, asegúraros que la clasificación energética sea A (A+, A++ o A+++) para un consumo más eficiente, y Inverter, un sistema que permite ahorrar hasta un 40% de energía al mantener una temperatura constante en lugar de enfriar la habitación a golpes de aire frío.
Es importante que conozcáis lo que el aparato consumirá en función de vuestras necesidades ya que, cuando llegue a la temperatura que hayáis programado, se apague automáticamente.
Que adquiráis un equipo más potente, no quiere decir que el gasto en consumo sea mayor, sino que alcanzará antes la temperatura deseada.
Presión sonora y filtros
Otros elementos importantes para escoger un equipo de climatización son el nivel de ruido que genera (se recomienda un máximo de 24 decibelios de presión sonora) y los filtros para mejorar la calidad del aire. Los más avanzados son los de plasma o neoplasma, indicados para personas alérgicas y asmáticas. Pero también existen aires acondicionados que llevan filtros fotocatalíticos (que se basan en los rayos ultravioleta para absorber y descomponer las partículas que crean mal olor), de carbón activo (absorben los malos olores y el humo del tabaco) o un ionizador (que emite iones negativos para equilibrar el exceso de iones positivos emitidos por los aparatos eléctricos).
Bomba de calor Inverter
Y si queréis aprovecharlo tanto en invierno como en verano, escoged un aparato con bomba de calor inverter. La mayoría de los equipos incorporan este sistema, que permite calentar la estancia en invierno aprovechando la temperatura del exterior (por muy baja que sea) para convertirla en energía útil, ahorrando así en consumo. Gasta menos que otros sistemas de calefacción y es más seguro (por ejemplo comparado con la calefacción de gas).